10 preguntas sobre BDSM
3- ¿En qué consiste la D/s?
3- ¿En qué consiste la D/s?
Como acabamos de ver, la Dominación sumisión, Ds o D/s es una de las facetas del BDSM. La destacamos porque posiblemente sea la más transversal, la más entrelazada con las demás prácticas BDSM.
La gran mayoría de actividades BDSM se plantean como situaciones D/s en las que uno de los componentes de la pareja asume un rol dominante mientras que el otro le cede el control, asumiendo un rol sumiso. Por eso las relaciones BDSM han sido definidas como relaciones de cesión de poder o de intercambio de poder.
La persona dominante es la que asume el control, o sea, la iniciativa y la responsabilidad de dirigir la búsqueda del placer dentro de los límites consensuados con su pareja. A la persona dominante le corresponde administrar los deseos de la persona sumisa y encontrar formas creativas e imaginativas de desarrollar las fantasías BDSM compartidas. El placer de la persona dominante radica en la erotización de una mezcla de sensaciones como poder, control, transgresión, vértigo, libre expansión del deseo contando con la entrega y la complicidad de la persona sumisa, etc.
Sinónimos de dominante son: Amo/Ama, Señor/Señora, Master/Mistress, Dom/Domme, Dómina o Dominatrix, Top, etc.
La persona sumisa es la que voluntariamente cede el control a su dominante en una escena BDSM y se entrega a él porque confía y tiene la certeza de que sus propios límites y los términos consensuados van a ser respetados. Los testimonios personales de muchas personas sumisas suelen coincidir en que su mayor satisfacción radica en la entrega, en el abandono de sí misma y en complacer al dominante. Sumisión no significa pasividad. Al contrario, requiere buenas dosis de complicidad y de sutileza para interactuar de forma proactiva con la persona dominante, insinuando, sugiriendo, provocando, seduciendo, estimulando, excitando...
Sinónimos de sumiso/sumisa son sub o bottom. Una cuestión muy debatida en foros y tertulias sobre el tema es la diferencia entre sumisión y esclavitud, si es que existe. O bien si “esclavo” o “esclava” son aceptables como sinónimos de “sumiso” o “sumisa”. A mi juicio, la respuesta es obvia: la esclavitud fue felizmente abolida hace mucho tiempo pero mientras se trate de BDSM y por lo tanto de algo consensuado, la persona sumisa puede ser llamada de la forma que mas guste. Se trata, al fin y al cabo, de incorporar el lenguaje al juego BDSM como un elemento generador de estímulos. En este sentido “esclavo” o “esclava” son palabras muy sugerentes.
Otros elementos generadores de estímulos que, como determinadas palabras o vocabulario, contribuyen a alimentar las fantasías y a enriquecer el juego BDSM, son los contratos de sumisión (documento sin ningún valor efectivo por el que la persona sumisa verbaliza la entrega a su dominante), ciertas reglas o pautas de comportamiento de ficción (como las 55 reglas de oro de una esclava que puedes encontrar aqui mismo, en el BdeWM), algunas formas de protocolo y etiqueta (por ejemplo, la persona sumisa dirigiéndose a su dominante llamándole Amo/Ama, Señor/Señora), etc. Pero nada de esto es obligatorio y todo depende de la intensidad que busque cada pareja, de sus gustos y de las fantasías que desee vivir, así como del nivel de formalidad con el que quiera desarrollar su relación.
Huelga decir que las relaciones BDSM, por muy formales que sean, no están reñidas ni con el sentido del humor ni con la seducción, la ternura, las caricias, los besos o el cariño, si no todo lo contrario. Y que una persona asuma un rol dominante o sumiso dentro del BDSM no implica, ni mucho menos, que lo sea o tenga que serlo fuera de él. Con frecuencia es justamente lo contrario.
Dos son los roles propios de una relación D/s, dominante y sumiso, aunque hay personas, y no pocas, que alternan ambos roles y que disfrutan plenamente de cada uno de ellos, según las situaciones. Son las personas denominadas ambivalentes, versátiles o switch (uno de cuyos significados, en inglés, es cambiar o intercambiar).
WhipMaster
3- ¿En qué consiste la D/s?
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