Es frecuente encontrar en webs y blogs dedicados al BDSM ejemplos de
contratos de sumisión acompañados de explicaciones que los presentan como la
mejor forma -a veces, la única forma- de regular una relación BDSM plena y
satisfactoria.
Mi opinión al respecto se aparta de lo mayoritariamente expresado, pues
parto de la base que por mucha apariencia legal que se quiera dar a esos
supuestos "contratos", con su articulado, sus cláusulas, su redacción
cargada de gerundios, sus aparentes tecnicismos, sus firmas al pie, etc. su
valor contractual real es nulo, absolutamente nulo.
Por consiguiente, si un contrato de sumisión carece del más mínimo valor contractual "real", en nada puede obligar realmente a ninguna de las partes. Dicho llanamente: por mucho que se estipule en un "contrato", una buena relación BDSM sólo se fundamenta en el consenso, la confianza mutua y en la libre aceptación de los roles respectivos como fuente de placer. No hay contrato que valga.
A mi juicio, resulta mucho más satisfactorio y realista planificar las
relaciones BDSM sobre una "lista de prácticas" como la que he
plasmado en otro documento.
¿La conclusión de esto que acabo de decir es que habría que prescindir de
los contratos de sumisión?
Todo lo contrario.
Puesto que los "contratos de sumisión" son en realidad pura
fantasía creo que haremos bien, muy bien, en integrarlos como un elemento generador
de estímulos y alimentador de fantasías dentro la relación BDSM.
Prescindamos de los contratos cargados de aparentes legalismos y utilicemos
en cambio "contratos" donde se expresen libre y explícitamente nuestras
fantasías, incluso las más extremas, a sabiendas de que son eso: pura fantasía,
literatura BDSM.
Algo así, por ejemplo:
CONTRATO DE SUMISIÓN
Preámbulo
Por el presente
documento me entrego plenamente a mi Amo, Dueño, Señor y Maestro y acepto
servirle como esclava por todo el tiempo que Él requiera mis servicios.
Mientras mi Amo lo quiera, mi condición no será otra que la de una obediente
sumisa, esclavizada por los deseos de mi Dueño.
Por este mismo
acto renuncio por completo a mi anterior identidad, que repudio, y paso a
llamarme "esclava" "perra" "puta" o como mi Amo
desee llamarme. Es bajo esa nueva identidad que firmo al pie del presente
documento, cuyo contenido acepto en su integridad de forma plenamente
consciente, puesto que yo misma lo he redactado y se lo he ofrecido, movida únicamente
por el deseo de satisfacer plenamente a mi Amo y de hacer más placentera
nuestra relación BDSM.
Articulo 1º
Para que pueda
ser reconocida como esclava en cualquier momento y en cualquier situación mi
Amo me impondrá una serie de atributos que luciré con orgullo y cuya simple
ostentación será para mi fuente de intima satisfacción. Entre los citados
atributos se incluyen tanto los de carácter reversible como los permanentes:
collares, anillos, aretes, piercing,
tatuajes, etc. Se incluye asimismo la indumentaria que mi Amo elija para cada
momento y situación.
Articulo 2º
Al aceptar mi
plena sumisión me obligo a respetar y a acatar permanentemente las decisiones
de mi Amo, a quien entrego libremente el control de mi entendimiento y de mi
voluntad, obligándome a obedecerle y a darle placer en todo momento, y
confiando ciegamente en su sabiduría.
Reconozco la
carga que representarán para mi Señor todos los errores que pueda cometer y
asumo todas las culpas, así como las penitencias que se derivarán de ellas. Por
lo tanto acepto plenamente y de buen grado todos los castigos y correctivos que
mi Amo me imponga con el ánimo de alcanzar la perfección.
Articulo 3º
Al entregarme a
mi Amo para realizar mis fantasías de esclava asumo que mi aprendizaje tiene un
coste. En pago del mismo le ofrezco mi cuerpo para que goce de él usándolo,
vistiéndolo y modelándolo a su gusto. Me comprometo asimismo a mantener
constantemente una actitud obediente y sensual y a mostrarme atractiva y
apetitosa para que mi Amo obtenga siempre el máximo placer cuando me use.
Articulo 4º
Mi mayor deseo
es convertirme en una perfecta esclava a las ordenes de un Amo estricto y
severo, sabiendo que ello requerirá un perfeccionamiento constante. Por ello
suplico a mi Amo que me eduque sometiéndome a una disciplina estricta,
valiéndose de todos los recursos que juzgue necesarios para domesticarme,
incluidos los dolorosos. Le doy las gracias por todos los correctivos que me
impondrá para mejorar mis prestaciones y me comprometo a esforzarme por mejorar
a diario.
Articulo 5º
Articulo 5º
Acepto que mi
Amo pueda cederme a otras personas para completar mi formación. A ellas serviré
en los términos que mi Amo disponga.
También es
potestad de mi Dueño exhibirme en lugares públicos, incluso a cara descubierta,
tanto para castigarme como para gozar de mi plena sumisión.
Si mi Amo
decide hacer publicas imágenes (fotografías o videos) de mi, su perra esclava,
lo consideraré un honor.
Articulo 6º
Para vaciar
ante mi Amo todos mis pensamientos, buenos y malos, me comprometo a llevar un
diario en el que anotaré todas las pruebas a las que sea sometida así como mis
propias sensaciones, para que mi Amo las examine y me corrija. Acepto desde
ahora que este documento pueda ser hecho publico en cualquier medio, incluso
acompañado de imágenes.
Articulo 7º
Deseo
ardientemente convertirme en una puta para dar a mi Amo el máximo placer
sexual. Para ello vestiré prendas fetichistas de su agrado y me comportaré
siempre de forma extremada y provocativa, tanto en privado como en público. La
adquisición de nuevas prendas y del instrumental necesario para mi doma se
realizará exclusivamente con el dinero que mi Amo obtenga de mi emputecimiento,
alquiler o cesión temporal a terceras personas.
Articulo 8º
Estaré siempre
a disposición de mi Amo para que pueda usarme como y cuando le apetezca.
Acudiré a sus llamadas con la máxima celeridad y tendré permanentemente
preparadas las prendas que mi Amo estime obligatorias para presentarme ante Él.
Articulo 9º
Deseo que mi
esclavitud sea total. Por ello suplico a mi Amo que además de usarme para
obtener placer sexual me considere su criada domestica para todo tipo de
labores. También asumo que pueda formar parte de mis obligaciones proporcionar
a mi Amo otras esclavas o putas tanto para su uso ocasional como permanente, e
incluso ser considerada la ultima de las siervas de sus siervas. Si este es su
deseo, lo satisfaré gustosamente.
Articulo 10º
Confío que
gracias a la sabiduría de mi Amo pueda llevarse a cabo todo lo establecido en
este contrato de sumisión de forma plenamente satisfactoria, continuada y
placentera. Si mi Amo no obtuviese de mi el máximo placer se deberá única y
exclusivamente a mi ineptitud.
Y como prueba
de aceptación de todo lo prescrito en el presente documento y de mi entrega y
sumisión absoluta a mi Amo, Dueño, Señor y Maestro me agacho ante Él, le adoro
besando sus manos y sus pies.
La plena conformidad
de mi Amo a este pacto me será dada en el momento en que derrame su orina sobre
mi cara.
Sepan pues
todos cuantos este documento leyeren que esta es la condición que yo he elegido
libremente
....
Firmas
Lugar y fecha
Este sería un buen ejemplo de fantasía plasmada por escrito, bajo la forma aparente de un contrato. Otros muchos ejemplos pueden encontrarse fácilmente por la red (siguiendo la etiqueta "contratos/contracts" veréis los que he recogido en este blog).
Otra opción, en las antípodas de ésta, consistiría en elaborar un documento tipo pacto, acuerdo o declaración conjunta que atestiguara la voluntad de la pareja de disfrutar libre y voluntariamente de una relación BDSM consensuada.
Bien entendido: no se trataría de fijar por escrito el consenso, puesto que éste ha de renovarse en cada acto y en cada momento de una relación BDSM. Se trataría de manifestar por escrito el deseo de disfrutar conjuntamente del BDSM, asumiéndolo conscientemente y acreditando la intención de llevarlo acabo de forma sensata, segura y consensuada. En este caso, sería recomendable que hubiese testigos, que también se tuviera en cuenta algún tipo de acuerdo sobre privacidad y confidencialidad y que hubiera que renovarlo periódicamente, por ejemplo cada año.
WhipMaster
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