Como continuación de las entradas que he dedicado a Joan Sanxo Farrerons y sus alters Laura Brunet y Víctor Ripalda, reproduzco a continuación una
parte del comentario que dediqué a Doña
Juana, Juanita y Juanón, de Víctor Ripalda, en el artículo sobre el
sadomasoquismo en la literatura erótica española de principios del siglo XX
publicado en el número 25 de Cuadernos de BDSM (haz clic aquí mismo para descargarte este artículo)
Seguirán otras entradas
sobre el mismo tema.
Referencia del libro:
Víctor RIPALDA
(seudónimo de Joan Sanxo Farrerons): Doña
Juana, Juanita y Juanón. s.l. s.d. [hacia 1930] [colección Biblioteca
Fauno]. Ilustraciones de Prim.
Doña Juana, Juanita y Juanón es una novela erótica de de Víctor Ripalda, publicada
hacia 1930, que contiene una larga
retahíla de episodios sexuales y una proporción bastante elevada de prácticas
sexuales alternativas, incluyendo algunas relacionadas con el sadomasoquismo.
Doña Juana, Juanita y Juanón es una pieza descarada e intencionadamente
pornográfica, sin otra pretensión que exaltar jocosamente el disfrute de la
sexualidad, entrando en detalles y ofreciendo un vocabulario erótico que
sobresale por su riqueza. Otro factor que corrobora la importancia de J. Sanxo
dentro de nuestra literatura erótica.
Doña Juana, Juanita y Juanón es
una novela escrita con gracia, sin tapujos y sin final con moraleja, a
diferencia de muchas otras novelas eróticas españolas de la misma época. La
protagonista principal es Juanita, una muchacha joven, de carácter fuerte, y
ávida de experiencias que en un momento dado afirma clara y directamente “a mí
me gustan las barbaridades” (p. 15). Entre estas se cuentan varios juegos en un
establo y, finalmente, el más completo desmadre: “y ya desde aquel día Juanita
no cesó un momento en el camino del placer. Mozos, chófers, amigos, novios.
Nadie llamaba inútilmente a las puertas de la dicha sin ver colmados sus
deseos. Y cuando no eran ellos los que llamaban, entonces era Juanita la que se
decidía y si el nuevo flirt le gustaba se levantaba sencillamente las faldas y
abría las puertas de par en par para que fuera pasando el nuevo huésped” (p.
75-76).
Más adelante, ya
madura y convertida en Doña Juana, se instala en una ciudad de provincias donde
monta un burdel en un antiguo castillo. Allí cuenta con la colaboración de Ramoneta,
la “Panderos” y Juanón, una especie de Quasimodo extraordinariamente bien
dotado: “deseosa de saber de una vez cómo y cuando acababa “aquello”, hizo
descender las mallas hasta las rodillas y hubo de extrangular un grito de
estupor al ver ante sus ojos la terrible tranca de Juanón que, sin muestra de
excitación alguna, pendía entre sus muslos y se balanceaba como el badajo de
una campana. En su vida había visto Doña Juana cosa parecida. Casi se asustó”
(p. 107).
Doña Juana, que
desde el principio es definida como una mujer de carácter dominante trata a
Juanón como a su esclavo sexual. Le asigna el rol de perro, lo tiene encadenado
y lo azota a menudo con el látigo.
“Vas a ser mi chucho
–continuó la señora- y no me has de abandonar un solo momento… Doña Juana tomó
un dulce y se lo echó exactamente como si lo echara a un perro. Juanón,
persuadido ya de su papel, dejóse caer de bruces contra el pavimento y tomó el
dulce con la boca” (p. 100).
“Muy bien, chucho,
muy bien –aprobó ella dándole unos golpecitos en la mejilla. –Veo que sabes
cumplir exactamente mis órdenes” (p.141).
“Juanón daba
enormes tirones a la cadena que le tenía sujeto como un perro” (p. 163).
“Doña Juana apartó con un pie
al lisiado, tomó el látigo de manos de la “Panderos”, púsose en pie y ordenó al
idiota:
-¡Pasa a la bodega!
Los ojos de Juanón llenáronse
de temor al escucharla y echándose de bruces comenzó a besar los pies de su
ama” (p. 193).
Los preparativos de una
representación de Don Juan Tenorio
que se llevan a cabo en el burdel de Doña Juana propician un gran número de
juegos sexuales. Paralelamente, Juanón da pie a varios juegos de tipo
sadomasoquista. De hecho, todo el tramo final de esta novela describe una
sesión en la que Juana actúa como Ama dominante, Ramoneta y la “Panderos” como
sus doncellas y Juanón como sumiso.
WhipMaster
Continuará…
Haz clic aquí para ver la continuación de esta entrada, que hace referencia a la mazmorra de Doña Juana…
Haz clic aquí para ver el comentario sobre la indumentaria de cuero de Doña Juana…
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