Reseña de Una superior horma, uno de los títulos que forman parte de la
colección de novelitas eróticas La novela del día, editada por Sanxo Farrerons. Su referencia:
Ricardo SALOM: Una superior horma. Barcelona: Editorial Sanxo, s.d. [hacia 1927]
[Colección La novela del día, 10] 32 p. Ilustraciones de Fritz (cubierta),
Alloza, Eduardo Serra y Gilbert.
Una superior horma es una historia más
picaresca que erótica que se desarrolla alrededor del tópico del burlador
burlado. El burlado es don Genaro y los burladores son Demetrio y Trini.
Don Genaro es el propietario de una
zapatería llamada “La horma de su zapato”. Demetrio y Trini se las apañan
para que este les acepte como dependientes. Enseguida le sugieren una reforma
del establecimiento, la clave de la cual son unos probadores reservados, dotados
de divanes, donde los clientes y las clientas pueden ser atendidos
privadamente. A ellos los atiende Trini y a ellas Demetrio. Es fácil imaginar
con que artes consiguen los dependientes que los clientes paguen precios
desorbitados por zapatos de lo más corriente.
Visto el auge del negocio, don
Genaro, un bobo, envía a su propia esposa para que espíe de incógnito a los
dependientes y así descubrir su secreto, con la intención de despacharlos y quedarse él
con todo el beneficio.
El desenlace es perfectamente
previsible: Demetrio le acaba tomando bien las medidas a la mujer de don Genaro
mientras que Trini consigue embaucar con sus encantos al atontado de don Genaro
hasta vaciarle por completo la cuenta corriente. Moraleja: la avaricia rompe el
saco: “Ahí le tienen (a don Genaro) con un par de cuernos más largos y
retorcidos que los del buey Apis y sin una peseta en la cuenta corriente del
Banco. Él se empeñó en descubrir el secreto de sus avispados compinches de
negocio para arrumbar con el santo y la limosna y lo que descubrió fue el
secreto de su propia infelicidad.” (p. 29)
Acompañan el texto tres
ilustraciones de autores diferentes (Alloza, Eduardo Serra y Gilbert) dos de
las cuales están fechadas en 1927. Una buena pista para ubicar la fecha de la
edición, que no consta explícitamente. La ilustración de cubierta la firma
Fritz, asiduo colaborador de la editorial Sanxo. Del autor, Ricardo Salom,
apenas sabemos nada, a parte de registrar otras novelitas suyas en diversas
colecciones del mismo grupo editorial. Muy posiblemente se trata de un
seudónimo.