Taylor
Swift. Otra diva del pop que recurre al look Dominatrix y a las insinuaciones
BDSM para parecer malota
Ultima actualización: 27 mayo 2018
Ultima actualización: 01 mayo 2018
Enemas medievales
De
la misma forma que he dedicado varios posts a recopilar imágenes de flagelación en el arte de la Edad Media, presento ahora una recopilación de imágenes de
enemas de época medieval y del siglo XVI. Sabido es que los enemas pueden ser contados
entre las prácticas BDSM de nivel avanzado.
Archivo de la Corona de Aragón. Barcelona |
Algunas
interpretaciones biempensantes pretenden que los enemas que aparecen en las sillerías
de coro y otros espacios decorativos marginales del arte medieval son únicamente
representaciones de una práctica médica bastante habitual en aquella época (enemas,
lavativas o clisteres).
Casa Xanxo. Perpignan |
Creo
que basta con dar una ojeada a estas imágenes que presento para darse cuenta de
que no todas ellas aluden a una sola y única cosa y de que la referencia
sexual, lo escatológico y lo satírico también ocupan un lugar importante.
Es
posible que en algunos casos la representación de una lavativa tuviera carácter
moralizante, como referencia simbólica a la purificación de las almas, del
mismo modo que una lavativa lava, purga y purifica el cuerpo. Parece ser
que algo en este sentido se puede leer en Rabelais.
Pero
también cabe la posibilidad de una lectura satírico / escatológica e incluso
como metáfora sexual. Me llama la atención que el instrumento utilizado en
varias representaciones sea, claramente, un fuelle. Un instrumento que en principio
servía para soplar más que para inyectar líquidos. Ya en castellano antiguo
"follar" significaba "soplar con el fuelle" lo que no
deja de ser una coincidencia altamente significativa.
Villefranche de Rouergue |
Lo
del fuelle, además, permite pensar que a lo mejor ni siquiera se trata de un
enema líquido si no de una inyección de aire, significando algo así como
insuflar vanidad o vacuidad, inflando artificialmente un cuerpo que sólo acabará
produciendo "flatus vocis".
WM
Ultima actualización: 06 abril 2018
Zana Bayne. Post fetish
Zana Bayne es una
diseñadora norteamericana formada en San Francisco y establecida en Nueva York desde
2010. Empezó como blogera (su blog Garbage
Dress era un auténtico desfile de moda trash)
y rápidamente se asentó como diseñadora de arneses de cuero, gracias sobre todo
a un encargo para Lady Gaga que le llegó en 2011. También ha creado para Katy
Perry y Beyoncé.
Al principio sus fuentes
de inspiración fueron la estética Punk y SM pero actualmente se define como post
fetish por su voluntad de deconstruir la estética fetish convencional y
aplicarla a prendas de uso diario. Su producción actual se ha expandido a partir
de los arneses e incluye otros artículos de cuero a base de correaje como tops,
faldas, cinturones, collares (chokers) e incluso bolsos. En 2017 el Museo del Sexo de Nueva York le dedicó una exposición destacando que el erotismo y la
sexualidad son constantes en su producción.
Ultima actualización: 01 marzo 2018
Crítica de Cincuenta sombras liberadas, la película: Anastasia Steele, en fuera de juego
Al principio de Cincuenta sombras liberadas (película) se
casan. Al final tienen un precioso hijo y un precioso hogar familiar (oh, mil
perdones por el spoiler, lo siento si
os coge por sorpresa o os quita el sueño). “Los bebés vienen cuando se tiene
sexo, y nosotros tenemos mucho”. ¿Y el BDSM? ¿Porque esta historia iba de sadomaso,
verdad? Pues en Cincuenta sombras
liberadas, la película, el BDSM está en los juegos de cama y de alcoba del
matrimonio Grey, como algo completamente integrado, plenamente normalizado, y
compartido por ambas partes. Viva el BDSM consensuado. De hecho, esta es ni más
ni menos que la conclusión de todo el serial. Porque la película acaba
exactamente así. Matrimonio con hijo que disfruta del sexo incorporando a sus
juegos cierta parafernalia y algunas fantasías de Dominación/sumisión. Es más,
parece que ella ha tomado la iniciativa hasta el punto que él comenta que
“domina desde abajo”. “Amo, espero su placer” escribe la esposa al final, incitando
a su marido para que la encuentre en la alcoba -el “cuarto rojo”- de rodillas y
encorsetada. Y él acude a la incitante llamada de su pícara mujer y la acaricia
con la fusta entre sonrisas de complicidad. The end.
Visto así, es
obligatorio aplaudir la apología de un BDSM plenamente normalizado y practicado
de forma sana, segura y consensuada que contiene la película de Cincuenta sombras liberadas. Otra cosa
diferente es que esta película, como las anteriores, sea un tostón
protagonizado por actores que no dan la talla. O que la historia de Grey en su
conjunto transmita percepciones equívocas sobre el BDSM.
En mi opinión, donde más
estrepitosamente chirría el invento y donde más criticable resulta es en los malabarismos
argumentales que hace la autora de la trilogía de Grey para situar una práctica
sexual no convencional como es el BDSM en el núcleo de una historia de “amor” romántico
de lo más convencional. Tan convencional como que el estreno de las sucesivas
entregas de las películas se ha hecho coincidir, ni más ni menos, con san
Valentín, el día de los enamorados. Convencional y además claramente conservadora.
A lo largo de las
entregas anteriores de la serie se va desvelando el sombrío pasado de Christian
Grey para justificar que le guste esto del BDSM. Primero es la expresión de su
incapacidad para amar, a consecuencia de los traumas de la infancia. Luego,
cuando gracias a Anastasia descubre el amor, es un terrible y patológico
impulso controlador. Y ella una boba que “por amor” se deja controlar y acosar.
Finalmente, la cosa se “normaliza” ya
dentro del matrimonio como un juego consensuado en el que ella, además, parece
tomar la iniciativa. Las sombras liberadas. El matrimonio como culminación del
amor y lugar perfecto donde expresar las fantasías sexuales. Un mensaje de lo
más conservador.
Convencional, conservador
y también lleno de equívocos que consolidan la percepción del BDSM como un
placer culpable. Por ejemplo, asociando el gusto de Grey por el BDSM a un
pasado traumático. O bien estableciendo relación directa entre la personalidad
patológicamente controladora de Grey y su rol dominante en el contexto BDSM.
Pero lo más grave de
todo es que Anastasia acepta “por amor” el acoso inicial de Grey y que no se
establece una separación clara y rotunda entre aquel y el disfrute del BDSM
consensuado que aparece al final, en Cincuenta
sombras liberadas.
En relación con esta
visión equivoca del BDSM me parece muy relevante que la película haya
escamoteado por completo la figura del doctor Flynn, el personaje que en el
libro aporta una visión ponderada y positiva del BDSM. Una ausencia realmente sensible.
Es innegable que habrá un
antes y un después del fenómeno Grey. Con él y todo lo que le acompaña (sus
numerosos reflejos en el mundo de la moda y de la cultura pop, algunos de los cuales
hemos tratado de registrar en este blog) el BDSM ha entrado de lleno en el mainstream sin dejar de estar connotado
como un placer culpable.
La crítica seguirá insistiendo
en lo malas que son las películas estas y lo mal perfilados que están los personajes,
ya en origen, en los libros de E.L. James. Parejas jóvenes y maduritas (el target de público al que principalmente
iba dirigida la saga) habrán encontrado nuevos estímulos para desarrollar sus
fantasías sexuales, mientras que la industria habrá aumentado
significativamente las ventas de parafernalia ad hoc.
Desde el punto de vista
BDSM, la comparación entre Anastasia Steele y otras heroínas del BDSM de
ficción pone claramente de manifiesto su dimensión. Frente a grandes heroínas de
ficción como la dulce Gwendoline de John Willie, la O de Pauline Réage o la
Valentina de Guido Crepax, todas ellas mujeres liberadas y de carácter fuerte,
esta Anastasia Steele no da la talla de una heroína valiente. Además, el movimiento
Me Too que se ha puesto en marcha
poco antes del estreno de Cincuenta
sombras liberadas la deja completamente fuera de juego. Anastasia Steele no
es capaz de rebelarse frente al acoso inicial de Christian Grey. Lo dicho:
convencional, conservadora y equívoca. Y todo por culpa del dichoso “amor”.
WM
Ultima actualización: 18 febrero 2018
Obsesión 4: selección de las mejores imágenes de sadomasoquismo (1988)
Comentamos la cuarta entrega de la serie de álbumes
gráficos Obsesión, centrada en el BDSM
y el fetichismo y editada en Barcelona entre los años 1986 y 1988. Esta fórmula
de álbumes gráficos y recopilaciones de imágenes es típica de la era a.i.
(antes de internet) cuando no era tan fácil encontrar y consumir iconografía
BDSM. Además, frente a las revistas porno, el formato “álbum gráfico” tenía un
tono como más culto al reproducir sobre todo fotografías de autor,
ilustraciones y creaciones artísticas.
El cómic y los álbumes gráficos (con los de la serie SM de Luis Vigil a la cabeza y esta serie Obsesión como su más digna continuadora)
fueron decisivos para la recuperación de la presencia pública del imaginario
BDSM en la España de la transición, y así lo vamos documentando.
La cuarta entrega de Obsesión representa ya la plena
consolidación de la fórmula ensayada a lo largo de las tres entregas anteriores
y que aún tendría continuidad con un Obsesión 5 (selección de las mejores
imágenes de sexo y fetichismo) y un Obsesión 6 (selección de las mejores
imágenes de sadomasoquismo).
Enlace al comentario sobre la primera entrega de Obsesión.
Obsesión 4. Selección de las mejores imágenes de sadomasoquismo: se trata de un álbum de 33 x 24 cm. que consta de 80
páginas, mitad a color y mitad en blanco y negro. Como editora de esta edición
aparece “Besame mucho” en lugar de Antalbe, responsable de las anteriores. El pie de imprenta es de 1988 y el precio de venta era por el
equivalente de unos 10 euros, aproximadamente.
La imagen de la portada es una espléndida ilustración de
Brian Zick. El contenido mantiene el habitual carácter misceláneo, quizás concediendo
mayor protagonismo a la fotografía de autor: Antonin Kratochvil, Peter Barry,
Richard Merkin, Ken Marcus, David Bailey, Michael Russ, M. Duffy y otros junto
a los imprescindibles Helmut Newton, Nobuyoshi Araki o Irving Klaw.
Enre los artistas e ilustradores destaca la presencia de Hajime
Sorayama, Pater Sato o Conny Jude.
Llaman la atención, asimismo, una ilustración de Montxo
Algora y sendas obras del artista Juan Dávila.
A destacar que, pasados treinta años, la selección de imagenes que ofrecen las sucesivas entregas de la serie Obsesión se mantiene vigente y vigorosa.
Ultima actualización: 11 febrero 2018
El BDSM en Interviú. Las fotos
Es bien sabido que las fotografías de chicas desnudas
(muy rarísimamente publicaron desnudos de chicos) constituían una parte
sustancial de los contenidos de Interviú.
Desnudos soft, aliñados con
comentarios del estilo “chica de la página tres”.
Por ejemplo “Fiebre del sado noche” para presentar una
chica que luce un breve atuendo de cuero (septiembre de 2005)
Tras el boom de 50 sombras de Grey son varios los
comentarios e insinuaciones que no van mucho más allá. Así, el posado que
protagonizan Makoke y Kiko Matamoros (13 abril 2015) se titula “50 sombras de
Makoke y Kiko”. Igualmente en el número de 4 julio 2016 Mar Montoro dice que le
tira el bondage, pero nada de todo esto se refleja en las fotos.
La referencia más explicita al BDSM que conozco es la
portada del numero del 6 de mayo de 2013. Una chica en bondage.
Dos años antes, en la portada del 25 de abril 2011,
aparecía Laura Manzanedo luciendo una especie de arnés.
Asimismo, la chica de portada del 5 de diciembre de
1991 también lucía mucha parafernalia de cuero.
La portada del 19 de enero de 1998 anuncia un reportaje
sobre látex liquido en páginas interiores.
La protagonista de la portada de la edición del 24 de
enero de 2000 aparece en plan dominatrix. Se trata de Erika Cámara, presentada
como “la castigadora de la tele”. Deduzco que debía ser una especie de versión española
de la célebre Tiazinha brasileña pero... ¿alguien nos podía refrescar la memoria?
Ultima actualización: 05 febrero 2018
El BDSM en Interviú. Los reportajes
Ahora que la histórica revista Interviú ha echado el cierre parece oportuno recordar algunos
artículos y reportajes relacionados con el BDSM que se publicaron en sus
páginas a lo largo de sus 42 años de existencia. Merece la pena hacerlo, entre otras razones, porque he podido
comprobar que poniendo “bdsm”, “sadomasoquismo” o “bondage” en el buscador de
la revista no salen todos los resultados posibles.
Es sabido que Interviú
fue una revista emblemática de la transición, que supo conjugar erotismo, populismo,
sensacionalismo y de vez en cuando ciertas dosis de atrevimiento, enfrentándose
a temas incómodos para el poder. Sus aproximaciones al BDSM, no tan frecuentes
como pudiera suponerse, se mueven dentro de estos parámetros.
La primera referencia que me consta es un reportaje de 1991
(número 775, de 12/03/1991). Hacía ya bastantes años que otras revistas e iniciativas
editoriales surgidas tras la muerte de Franco habían “descubierto” el BDSM. Parece
por lo tanto que Interviú lo incorporó
tardíamente y lo cierto es que nunca mostró especial interés por profundizar
seriamente en él o en el mundillo que lo rodea. El reportaje en cuestión forma
parte de una serie sobre la prostitución en el mundo. Parece, claramente, un
reportaje de agencia. Lo protagoniza una dómina profesional norteamericana llamada
Stephanie en boca de la cual se ponen afirmaciones del tipo “el sadomasoquismo
es mi vida” o “me encanta torturar a la gente”.
Pasan siete años siete hasta que en 1998 (número 1158 de
13/07/1998) podemos encontrar un reportaje sobre la más conocida de las dominas
profesionales españolas: Dómina Zara.
El citado artículo aparece encabezado por el titular “Gozar a Golpes”. Las fotografías
que lo acompañan realzan la parafernalia fetichista y el ambiente de la
mazmorra de Dómina Zara. Hace veinte años, y en este artículo aun no aparece el
acrónimo BDSM. Se habla en él de “sado” o de “sadomasoquismo”.
Años después y sobre todo a raíz del auge de 50
sombras de Grey son varios los reportajes sobre locales dedicados de
una forma u otra al BDSM, por ejemplo el de Ama Susan en Madrid (“cuando el
dolor parece dulce”, número 1914 de diciembre 2012), la Sex Academy de
Barcelona (número de 5 de octubre 2015) o el más reciente, un chalé de Gijón
(“El chalé del sexo libre está en Gijón”, número 2140 de 29 abril 2017)
A destacar por último un reportaje dedicado a otra pro-domme Lady Monique (número de 25 de octubre 2010), que es presentada como
la dómina más célebre de Barcelona. Al igual que con Dómina Zara (“gozar a
golpes”) el titular asocia a lo bruto BDSM y azotes: “a los políticos les hacen
falta un par de hostias” leemos junto a una foto de Lady Monique empuñando un látigo.