Bonding es la serie de Netflix estrenada en 2019. Una temporada, 7 episodios de unos 15-20 minutos de duración cada uno. Se confirma que va a a haber una segunda temporada.
La trama: Tiff Chester es una estudiante de psicología que ejerce como dominatrix en Nueva York para sacarse un dinero extra. Puesta en su rol de dómina, Tiff es Ama May y al parecer tiene bastante éxito. Ama May contrata a su amigo Pete para que sea su asistente. Pete necesita la pasta y acepta, aunque al principio no acaba de sentirse cómodo con su trabajo. Pete es tímido y sus preferencias sexuales van por otro lado. Entre Tiff y Pete hay una tensión sexual no resuelta, como entre los protagonistas de tantas series de éxito.
Tiff enfoca su papel de Ama como un ejercicio de psicología, un juego de rol que culmina cuando lo representa frente a sus compañeras de clase. Para Pete, en cambio, ser Carter, el asistente de Ama May, es como una oportunidad de convertirse, dentro de la mazmorra, en el actor que siempre había deseado ser. Nada de infancias traumáticas o de pasados oscuros que redimir al estilo Grey.
En realidad, Bonding no va de BDSM. O no va sólo de BDSM. Bonding no es un documental sobre BDSM. Bonding tampoco es una exaltación esteticista del látex, el cuero y los tacones de aguja. Bonding es una comedia envuelta en colores luminosos y alegres, explícitamente inspirados en Almodóvar. Adoptando tono de comedia, Bonding desdramatiza situaciones que enfocadas de otra forma podrían resultar francamente sórdidas. Véase, por ejemplo, como se trata la lluvia dorada en el episodio 2. Aunque no esconde la dificultad de socializarlo, Bonding transmite una imagen desenfadada del BDSM. Impagable la escena del Ama haciendo una sesión de cosquillas (cuando te podrías esperar azotes) en el episodio 4. O la de los pingüinos en el episodio 6. Importante: Bonding también nos presenta a una Tiff/Ama May valiente, que lucha contra el acoso sexual remarcando la diferencia fundamental entre BDSM consensuado y abuso.
Más allá del BDSM, en esta
primera temporada, Bonding habla de lo complicada que puede ser, especialmente para
“los raritos” del instituto (ambos protagonistas lo fueron, y eso es lo que los
une) el tránsito a la vida adulta. De la lucha por construirse una identidad y
relacionarse con los demás. Y sobre todo, Bonding habla franca y libremente sobre
diversidad sexual. A ver qué aporta la segunda temporada.
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