Se
trata, en realidad, de un látigo de tiras, un flogger, que ya aparece en la sesión del 3 de junio, a la que
dedicamos una entrada (verla)
“Es
de ante, como un pequeño gato de nueve colas, pero más grueso y con pequeñas
bolas de plástico en los extremos. –Es un látigo de tiras -dice Christian en
voz baja y dulce.” (página 115 de 50SG)
“Tímidamente,
alargo el brazo y rozo los largos flecos. Tiene muchas frondas largas, todas de
suave ante con pequeñas cuentas en los extremos” (página 514de 50SG)
“No
quiero que me hagas daño, pero me gusta jugar, Christian. Ya lo sabes. Si tú
quisieras hacer algo… -Me encojo de hombros y le miro fijamente.
-¿Algo?
-Ya
sabes, algo con un látigo y una fusta…” (página 367 de 50SL)
“Las
colas del látigo me rozan la piel del vientre hinchado a un ritmo
deliciosamente lánguido.
-¿Ya
has tenido suficiente, Ana? –me susurra Christian al oído.
-Oh,
por favor… -suplico tirando de las ataduras que tengo por encima de la cabeza…
siento el escozor dulce del látigo en el culo.
-¿Por
favor qué?
Doy
un respingo.
-Por
favor, amo.” (páginas 601-602 de 50SL)