El sexo y el látigo, de William Sparrow es un típico
ejemplo de esos libros oportunistas que tanto circularon durante los primeros
años de la transición en España.
Para
una sociedad que empezaba a recuperar la libertad sexual pero que aún no se
había liberado completamente de tantas décadas de represión, presentar el sexo
“atrevido” como algo escandaloso podía tener algo de transgresor –se rompía el
tabú que impedía hablar de ciertas cosas- pero en el fondo seguía respondiendo
a una visión para mentes reprimidas, ya que el morbo y el escándalo contribuían
muy poco a normalizar y a serenar la comprensión de determinadas prácticas
sexuales.
Ved
esta cruz gamada de la portada. Podía haberse elegido cualquier otra imagen
(por ejemplo, la de la edición original italiana, que es distinta y sin
simbología de ningún tipo) pero el editor español prefirió ésta, fuertemente
connotada.
La
asociación que se establece a través de esta imagen de portada entre
sadomasoquismo y nazismo no sólo resulta repugnante por ella misma si no que
transmite la idea absurda de que el SM es cosa de nazis, fascistas y demás
(¿estarían incluidos los franquistas?).
Es
cierto que hacia las mismas fechas en que este libro se publicaba, la película Portero de noche de Liliana Cavani
también relacionaba sadomasoquismo y nazismo. Sin embargo, lo hacía planteando
cuestiones de mayor enjundia conceptual. El
sexo y el látigo está más cerca de Ilsa
la loba de las SS que de Portero de
noche. De
hecho, uno de los capítulos del libro (“la fustigadora SS”) desarrolla la
historia real en la que está basada “la loba”.
Referencia
del libro:
William
SPARROW: El sexo y el látigo. Madrid:
Mirasierra, 1977 [colección Hexágono, 3] 126 p.
El sexo y el látigo es la traducción de una obra
publicada originalmente en italiano como Il
sesso e la frusta. Sin embargo, en el original italiano figura como autor
Giovanni Fortunato mientras que en la edición española este se ha convertido en
William Sparrow.
El
contenido de El sexo y el látigo se
estructura en 22 capítulos que ofrecen un recorrido por los grandes tópicos de
la historia de la flagelación, la mayoría de ellos coincidentes con los del libro de George Bishop (Sexo y dolor. Flagelacion) que también hemos comentado. En cuanto al enfoque, lo define este párrafo de la introducción: “Nos hemos limitado a recoger los hechos, las
anécdotas y los testimonios más interesantes y divertidos. Episodios
licenciosos, al estilo de Boccaccio, se mezclan con otros que hacen meditar
sobre la maldad humana y el erotismo se funde una vez más con la violencia. No
obstante, la lectura resultará divertida y excitante como un buen latigazo” (p.
6)
WhipMaster
0 comentarios:
Publicar un comentario