Hasta el 5 de septiembre próximo se puede visitar en el
Museo Guimet de París una exposición retrospectiva del gran fotógrafo japonés
Nobuyoshi Araki, que sobresale por sus fotografías de kinbaku / shibari. A estas alturas, Araki (nacido en Tokio en 1940)
es un maestro consagrado e indiscutible. En este blog ya le hemos dedicado varias entradas.
Esta exposición retrospectiva del Museo Guimet de París
recorre prácticamente toda la trayectoria de Araki a lo largo de casi cincuenta
años de dedicación a la fotografía, desde sus comienzos alrededor de 1965 hasta la
actualidad. La trayectoria de Araki se sintetiza en una amplia selección de 400
piezas que además del kinbaku / shibari
incluyen otras temáticas tales como las flores (metáfora del sexo femenino), la
fotografía autobiográfica o la última de las series que ha realizado, titulada Tokyo tombeau. Un título que expresa el actual
estado de ánimo de Araki el cual, según las crónicas, no pudo asistir a la inauguración
de su propia exposición a causa de serios problemas de salud. La exposición también
incluye una recreación del estudio de Araki para que los visitantes puedan
conocer mejor sus métodos de trabajo y su desbordante y prolífica actividad. Más de 500 libros publicados, ahí es nada.
De los comentarios sobre esta exposición entresaco unas
palabras del propio Nobuyoshi Araki sobre la relación entre fotografía y bondage: “la fotografía tiene grandes
afinidades con el kinbaku. El
fotógrafo amarra sus modelos a una imagen, los encierra en su cámara, ata los
hechos. Es por eso que yo mismo ato a mi modelo. Y soy yo quien tras la sesión
fotográfica la desata”
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