¿Quién
fue Antonio San de Velilla, el autor
de La flagelación erótica?
Sabemos
muy poco de él y sólo a partir de sus obras publicadas. Ninguna imagen, que
conozcamos. Es muy probable que se trate de un seudónimo. Quizás de alguien
relacionado con el pueblo de Velilla de San Antonio, que se encuentra en los
alrededores de Madrid. Sin embargo, su actividad parece centrada en Barcelona.
La gran mayoría de sus obras fue publicada por editoriales barcelonesas a lo
largo de las primeras décadas del siglo XX.
Antonio
San de Velilla se presenta como médico, una cobertura idónea para sus obras de
divulgación paracientífica, especialmente las relacionadas con la sexualidad.
En
1927-29 aparece como director de un Almanaque
médico. También es autor de un libro sobre El método curativo del Dr. Asuero, el famoso médico donostiarra
capaz de conseguir curaciones milagrosas, que hacia aquellos mismos años se
encontraba en el apogeo de su fama.
Sin
embargo, el doctor San de Velilla sobresale por ser el autor de La flagelación erótica y Sodoma y lesbos modernas, en las que
aborda temas como el sadomasoquismo y la homosexualidad, y muy especialmente por
ser el director de la Biblioteca de educación sexual, una
colección de libros publicada en tiempos de la Segunda República que competía
con la famosa colección Temas sexuales de Ángel Martín de Lucenay de la que ya hemos hablado en este mismo blog.
Forman
parte de la Biblioteca de educación
sexual de A. San de Velilla títulos como Invertidos sexuales (pederastas y lesbianas); Extravíos secretos
(onanismo en los dos sexos); Placeres perversos (prácticas viciosas para
satisfacer la lujuria); El amor sin peligros (Modos de evitar y curar las
enfermedades venéreas); Higiene de los placeres; El matrimonio infecundo; El
amor fecundo; La noche de bodas; Calipedia. Arte de procrear hijos hermosos y
sanos; El matrimonio teórico y práctico; Secretos y placeres de la vida sexual;
El consejero del matrimonio; La
potencia sexual (como se aumenta y como se pierde); Pasiones infames (flageladores y flagelados) o La locura erótica (Sadistas y masoquistas).
Aunque
a través de su Biblioteca… San de
Velilla toca temas infrecuentes en la bibliografía española de la época y atrevidos
para la moral de entonces, hay que relativizar su aportación a un conocimiento
de la sexualidad libre de tabúes y prejuicios que fue posible con la
Segunda República. La supuesta intención divulgadora de sus obras es en realidad
una argucia para colar en ellas contenidos pornográficos o que podían despertar
el morbo del público. Tal como vimos en La
flagelación erótica, los textos y las ilustraciones entresacadas de
literatura de ficción tienen mucho más peso que la información científica
propiamente dicha.
Así
pues, San de Velilla aparece como un divulgador mucho menos científico que Ángel Martín de Lucenay, su más directo competidor. Además sus tomas de posición son
manifiestamente conservadoras, cuando no reaccionarias. Varios autores han
puesto de manifiesto la radical homofobia de su libro Sodoma y lesbos modernas.
Sin
apartarse del erotismo, San de Velilla aparece como traductor de una obra dedicada
al arte erótico hallado en Pompeya y Herculano (El museo secreto, de Louis Barré, 1915).
En
otros ámbitos aparece como director de un diccionario general de la lengua
castellana (1906), de un manual para ser poeta y de una novela corta titulada La Generala (publicada dentro de la
Colección Mundial).
A
notar, por último, que el escritor Guillermo Cabrera Infante le dedicó un
capítulo de su libro “O” (1975) en el que le calificaba de “inocente
pornógrafo”, situándolo a un nivel parecido al de Corín Tellado, la famosa
autora de novela rosa.
WhipMaster
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